La crianza respetuosa: una guía para padres y madres comprometidos
En la actualidad, el concepto de crianza respetuosa ha ido ganando terreno entre los padres y madres comprometidos con el bienestar de sus hijos. Es fundamental entender y aplicar esta noción en nuestra vida diaria, ya que nos permite responder de manera adecuada a las necesidades de la infancia y garantizar un desarrollo sano y feliz para nuestros pequeños.
Igualdad de género y no discriminación
Desde el momento en que nace un niño o una niña, se tiende a asignarles roles preestablecidos por la sociedad. Las niñas suelen ser involucradas en tareas del hogar desde temprana edad, mientras que a los niños se les enseña a ser fuertes y a no mostrar debilidad. Esta diferenciación de roles limita el desarrollo individual de cada niño y niña, reforzando estereotipos de género que perpetúan la desigualdad.
Es importante promover la igualdad y la equidad de género desde la infancia, permitiendo que cada niño y niña desarrolle sus habilidades y talentos sin imposiciones de género. La igualdad de género busca eliminar las brechas históricas entre hombres y mujeres, mientras que la equidad se enfoca en cubrir las necesidades de aquellos en situación de desventaja.
Parentalidad positiva
La parentalidad positiva se basa en dar voz y voto a los niños dentro de la familia, estableciendo límites claros pero respetando su autonomía. Se trata de un enfoque centrado en el interés superior de la infancia, que busca cuidar, desarrollar las capacidades y ofrecer orientación sin recurrir a la violencia. Los padres y madres deben ser guías amorosos y comprensivos, fomentando la participación activa de los niños en la toma de decisiones familiares.
Este enfoque reconoce a los niños como sujetos de derechos, no como simples receptores de cuidados, y promueve su participación activa en la familia y la sociedad. La parentalidad positiva se basa en el respeto mutuo y la dignidad de los hijos, superando la idea de autoridad parental para dar paso a una relación más igualitaria y amorosa.
Lactancia materna como derecho humano
La lactancia materna es un derecho tanto de las madres como de los niños, garantizando una alimentación adecuada y el cuidado de la salud infantil. Las mujeres tienen el derecho de decidir de manera autónoma sobre su cuerpo, incluyendo el uso de sus pechos para amamantar a sus hijos. Esta decisión debe ser libre de presiones externas y respetada por la sociedad en su conjunto.
Para los niños, la lactancia materna es fundamental para su supervivencia, crecimiento y desarrollo. Es un derecho que asegura una alimentación saludable y el cuidado de su salud en los primeros meses de vida. Es importante promover y proteger la lactancia materna como un derecho humano, tanto en espacios públicos como en el ámbito privado.
Conciliación y corresponsabilidad laboral con la vida familiar y personal
En México y otros países de Latinoamérica, se ha observado un cambio en el rol de la mujer, que ha pasado a ser una fuerza laboral importante en la sociedad. Sin embargo, esta incorporación laboral ha generado una sobrecarga de trabajo para las mujeres, que siguen siendo las principales responsables del trabajo doméstico y del cuidado de la familia.
Es fundamental promover la corresponsabilidad en la crianza, fomentando la participación activa de los hombres en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Los abuelos y abuelas también juegan un papel importante en el cuidado de los niños, pero es necesario que este reparto de responsabilidades sea equitativo y respetuoso.
En resumen, la crianza respetuosa implica promover la igualdad de género, validar las emociones de los niños, garantizar el derecho a la lactancia materna y fomentar la corresponsabilidad en la crianza. Solo a través de un enfoque respetuoso y equitativo podremos brindar a nuestros hijos la infancia que se merecen.