La crianza positiva es un enfoque basado en el respeto mutuo y la comunicación abierta que busca fortalecer la relación entre padres e hijos, promoviendo un ambiente familiar saludable y amoroso. Según la descripción de UNICEF, se trata de un conjunto de prácticas de cuidado, protección, formación y guía que posibilitan el desarrollo, bienestar y crecimiento saludable y armonioso de los niños. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la crianza positiva y cómo implementarla en el hogar de manera efectiva.
¿Qué es la crianza positiva?
La crianza positiva se basa en brindar un entorno seguro y afectuoso para que los niños crezcan y se desarrollen de manera óptima, evitando métodos violentos como las nalgadas o los gritos. Esta forma de criar reconoce las necesidades emocionales de los niños y busca enseñarles habilidades para enfrentar los desafíos de la vida de manera constructiva. Es importante destacar que la crianza positiva no implica ser permisivo o complaciente, sino establecer límites claros y consistentes de una manera respetuosa.
¿Cómo implementar la crianza positiva como madre/padre?
Aprender a cuidar a los niños de esta manera no es algo instintivo, sino una habilidad que los adultos pueden adquirir a través de la paciencia y la conciencia. Expertos como Rocío Núñez, especialista en crianza positiva, recomiendan implementar el método de las 2 C’s y las 2 R’s: Calmarme, Conectar, Regular y Resolver. Al identificar e implementar estas acciones, se puede conectar con el niño y encontrar soluciones sin recurrir a la violencia.
Acciones que definen la crianza positiva
Al implementar la crianza positiva en los hogares, se pueden construir familias más fuertes y resilientes. Según el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, algunas de las acciones clave que se pueden hacer en casa para reforzar la crianza y disciplina positiva son:
– Comunicación efectiva: Fomentar un diálogo abierto y honesto con los hijos, escuchando activamente sus preocupaciones y opiniones sin juzgar.
– Consecuencias y no castigos: Establecer límites claros y consistentes, explicando el motivo detrás de estos límites. Las consecuencias deben ser proporcionales al comportamiento y enfocarse en enseñar, en lugar de castigar.
– Alentar y reforzar el comportamiento positivo: Reconocer y elogiar el comportamiento positivo de los niños, refuerza su autoestima y promueve la repetición de ese comportamiento.
En resumen, la crianza positiva es una forma de criar a los niños basada en el respeto mutuo y la comunicación abierta, que busca fortalecer la relación entre padres e hijos y promover un ambiente familiar saludable y amoroso. Implementar este enfoque en el hogar puede ayudar a construir familias más fuertes y resilientes, preparando a los niños para enfrentar los desafíos de la vida de manera constructiva. ¡Anímate a implementar la crianza positiva y verás los beneficios en el desarrollo de tus hijos!