Este pueblo es el único de la Comunidad de Madrid que destaca por tener una arquitectura negra a solo una hora de la ciudad

En la zona norte de Madrid se esconden verdaderos tesoros naturales, entre montañas y valles que deslumbran por su belleza única y sorprendente. Uno de estos lugares especiales es Patones de Arriba, un pequeño pueblo con un encanto particular que ha conquistado el corazón de muchos madrileños. Con una rica historia impregnada en sus calles y numerosos reconocimientos, este pueblo destaca por su arquitectura de pizarra negra, típica de Guadalajara pero que aquí se ha convertido en un espectáculo único. La conservación impecable de Patones de Arriba lo hace parecer inmune al paso del tiempo, y su entorno ofrece una amplia gama de actividades para disfrutar del turismo rural. Descubre este lugar a menos de una hora de Madrid y desconecta de todo en medio de la naturaleza.

Declarado Bien de Interés Cultural en la década de los 2000

En 1999, el Gobierno de la Comunidad de Madrid otorgó a Patones de Arriba el título de Bien de Interés Cultural, colocando así a este pueblo en el mapa como un destino turístico de gran valor histórico y arquitectónico. Descubre todo lo que este lugar tiene para ofrecer como escapada de un día desde la ciudad.

El único pueblo que no fue ni romanizado ni reconquistado

La historia de Patones de Arriba es fascinante, ya que se dice que este pueblo nunca fue ni romanizado, ni islamizado, ni reconquistado. Su ubicación remota y de difícil acceso lo convirtió en un refugio independiente, donde incluso se llegó a elegir a un rey para gobernar. A lo largo de los siglos, esta monarquía hereditaria evolucionó hasta convertirse en un gobierno local, marcando así la singularidad de este lugar.

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Lugares de interés que rodean Patones de Arriba

La zona de Patones de Arriba está rodeada de lugares naturales de gran interés. El río Jarama, uno de los más emblemáticos de Madrid, pasa cerca de este pueblo, ofreciendo entornos naturales únicos. El embalse de El Atazar y el embalse de El Pontón de la Oliva son dos construcciones que vale la pena visitar, con rutas que conectan ambos puntos y permiten disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.

Además de los paisajes fluviales, existen rutas como la del Cancho de la Cabeza, una subida circular que lleva a la cumbre del Cancho de la Cabeza, con impresionantes vistas panorámicas. También se puede explorar las Cárcavas del Pontón de la Oliva, un paisaje que parece sacado de otro planeta. Patones de Arriba y sus alrededores ofrecen una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la aventura.

En definitiva, Patones de Arriba es un destino imperdible para quienes buscan desconectar de la rutina y sumergirse en un entorno natural y cultural único en la sierra norte de Madrid. ¡Descubre este tesoro escondido y disfruta de todo lo que tiene para ofrecer!

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