En la actualidad, es fundamental reconocer la importancia de la salud mental en los niños y jóvenes. A menudo, la mala conducta es el motivo principal por el cual los padres buscan la ayuda de un terapeuta, generalmente por recomendación de la escuela. Sin embargo, ¿cómo saber cuándo es necesario llevar a tu hijo al psicólogo?
La psicología infantil se enfoca en estudiar el comportamiento de los niños desde su nacimiento hasta la adolescencia. Es una herramienta valiosa para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños. La salud mental es un aspecto invisible pero crucial, y muchas veces se posterga la visita al psicólogo por falta de conocimiento o percepción.
¿Cuándo deberías considerar llevar a tu hijo al psicólogo?
María José Durón, Psicóloga Infantil del canal Minders, sugiere que es conveniente acudir a un especialista si tu hijo presenta alguno de los siguientes signos:
– Retraso en el desarrollo del lenguaje.
– Cambio repentino en su conducta.
– Dificultad para concentrarse o prestar atención.
– Baja en calificaciones sin razón aparente.
– Episodios de tristeza, depresión o llanto.
– Aislamiento, timidez extrema o retraimiento social.
– Conductas agresivas, mal comportamiento, ira, gritos o berrinches excesivos.
– Dolencias físicas sin causa aparente.
– Transiciones importantes como divorcio, cambio de ciudad, separación, entre otros.
– Enfermedades crónicas, graves o alergias.
– Trastornos del sueño, insomnio, pesadillas, sonambulismo.
– Pérdidas, duelos, abandono o experiencias traumáticas.
– Víctima de abuso sexual, físico o verbal.
Es crucial tener en cuenta que no es necesario que tu hijo presente todos estos signos, uno o algunos de ellos pueden ser suficientes para buscar ayuda. A menudo, un solo evento impactante puede ser motivo para buscar asistencia profesional. Es esencial estar atento a las señales y actuar en consecuencia, ya que los niños a menudo no pueden identificar sus propios síntomas.
En resumen, la salud mental de los niños es un aspecto vital que no debe pasarse por alto. Identificar los signos de alerta y buscar ayuda profesional a tiempo puede marcar la diferencia en el bienestar emocional y psicológico de los más jóvenes. Como padres, es fundamental estar atentos y tomar cartas en el asunto si observamos algún cambio significativo en el comportamiento de nuestros hijos.