Desde el momento en que los bebés llegan al mundo, traen consigo una capacidad innata para aprender y percibir estímulos. Es esencial aprovechar esta predisposición natural para estimular su vista, ya que esto no solo capta su atención y los hace felices, sino que también potencia su inteligencia.
Mirar los hace más despiertos
El aprendizaje implica establecer conexiones entre las células nerviosas en el cerebro, las cuales se vuelven más complejas con el tiempo. Mientras más variadas sean las impresiones sensoriales que un ser humano reciba, más complejas serán las estructuras cerebrales que se formen. Por el contrario, las conexiones poco utilizadas se debilitarán, lo que puede resultar en un déficit cognitivo permanente.
Según Michael Kavek, psicólogo evolutivo de la Universidad de Bonn en Alemania, los recién nacidos disfrutan mirando cosas desde el principio. Tienen la capacidad de distinguir caras y colores, lo que les permite crear un archivo visual en su memoria. Sin embargo, si se les muestra la misma imagen repetidamente, desviarán la mirada, indicando que ya la reconocen. Por otro lado, una nueva imagen o color representa un estímulo novedoso para ellos.
Es recomendable mostrar a los bebés cuentos con imágenes sencillas a partir de las seis semanas de vida. Estas imágenes deben ser grandes y tener contornos definidos para evitar confusiones, ya que la visión de los bebés aún no está completamente desarrollada. Además, es importante tener en cuenta que las representaciones en la televisión no son efectivas, ya que los bebés no pueden decodificar imágenes tridimensionales en dos dimensiones.
El Dr. Kavek también sugiere estimular la percepción visual de los niños con objetos en movimiento, como móviles sobre la cuna o cajas de música. Para ayudarte a estimular la vista de tu bebé, te compartimos algunos juegos divertidos que pueden disfrutar juntos. Aprovecha estos momentos después de alimentarlo o cuando esté inquieto para ayudarlo a relajarse.