La importancia de la producción temprana del habla en bebés
Un estudio reciente publicado en la revista ‘PLOS ONE’ revela que la producción temprana del habla en los bebés puede ser un indicativo de su futura alfabetización. Investigadores de la Universidad Estatal de Florida, liderados por Kelly Farquharson, han encontrado que los niños que tienen dificultades para identificar las letras tienen más probabilidades de enfrentar problemas de lectura en el futuro. Estas dificultades suelen detectarse entre los 3 y 5 años de edad, pero este estudio se enfocó en evaluar la capacidad lingüística desde una etapa más temprana.
El estudio y sus hallazgos
Para llevar a cabo la investigación, los científicos siguieron a nueve bebés de familias estadounidenses de habla inglesa desde los 9 hasta los 30 meses de edad. Durante este tiempo, registraron los balbuceos de los bebés mientras interactuaban con sus cuidadores principales, centrándose en la proporción de consonante-vocal (CV) como medida de la complejidad del habla. Posteriormente, a los 6 años de edad, volvieron a evaluar a los niños para examinar su capacidad de identificar letras, un indicador clave de futuros problemas de lectura.
Los resultados fueron reveladores: los niños que mostraron una mayor complejidad en sus balbuceos durante la infancia demostraron un mejor rendimiento en la identificación de letras en la prueba de lectura realizada a los 6 años. Aunque el tamaño de la muestra fue limitado y todos los niños se desarrollaron de manera normal, este hallazgo sugiere una posible conexión entre la producción temprana del habla y las habilidades de alfabetización.
Implicaciones y recomendaciones
Los autores del estudio señalan que la complejidad del balbuceo infantil podría convertirse en un indicador temprano de posibles problemas de lectura en el futuro, superando a las pruebas tradicionales de identificación de letras. Esto permitiría a padres y profesionales identificar y abordar con mayor anticipación a los niños en riesgo de dificultades de lectura, brindándoles la ayuda necesaria desde una etapa más temprana.
Kelly Farquharson, líder del estudio, comenta: «Estos resultados respaldan la conexión temprana entre la producción del habla y las habilidades de alfabetización futuras. Existe un valor clínico en este trabajo, ya que nos acerca más a la identificación temprana de las discapacidades de lectura a través de medidas de comportamiento».