Mi bebé se despierta en la noche, ¿qué hago?

Todos los bebés, sin excepción, experimentan despertares nocturnos. Este fenómeno es completamente normal y ocurre varias veces durante la noche, ya que los bebés cambian de ciclo de sueño entre cinco y siete veces. Sin embargo, lo que puede convertirse en un problema es la dificultad que algunos niños encuentran para volver a conciliar el sueño una vez despiertos. En muchos casos, esto se debe a que las condiciones en las que se encontraban al quedarse dormidos no son las mismas al despertar. Por ejemplo, si el bebé se durmió mientras se alimentaba, es probable que busque succionar nuevamente al despertar. Del mismo modo, si la habitación estaba iluminada al dormirse y a oscuras al despertar, es probable que se sienta desconcertado y asustado.

Consejos para facilitar el sueño del bebé

Es fundamental que el bebé se sienta seguro y protegido para lograr un buen descanso. Demostrarle cariño, mimarlo y darle besos durante el día son prácticas que contribuyen al desarrollo de hábitos de sueño saludables. Asimismo, es importante que las condiciones en las que se quedó dormido se mantengan al despertar. Por ejemplo, si el bebé utiliza un chupete para conciliar el sueño, es recomendable tener varios chupetes a su alcance para facilitar que los encuentre. Si requiere luz para dormir, colocar una lámpara cerca de la cuna puede ser de gran ayuda.

Otro aspecto a considerar es la introducción de un objeto de transición o consuelo en la rutina de sueño del bebé, como un peluche o una mantita que le brinde seguridad y confort cuando la madre no está presente.

Foto:Pinterest

Tal vez también te interese leer  A los niños no les gustan las personas feas, revela estudio

Estableciendo rutinas de sueño

El sueño debe ser considerado un momento placentero y nunca como un castigo. Es importante que el descanso forme parte de la rutina diaria del bebé, por lo que se recomienda establecer elementos externos que el bebé asocie con la hora de dormir. Para lograrlo, es conveniente seguir un ritual de sueño que incluya actividades como bañar al bebé, contarle un cuento y llevarlo a la cuna. Estas rutinas ayudan al bebé a sentirse seguro y facilitan la conciliación del sueño.

En caso de que el bebé tarde en dormirse, es recomendable permanecer cerca y hablarle en un tono suave para tranquilizarlo. Es fundamental tranquilizarlo sin sacarlo de la cuna, de manera que el bebé sepa que puede contar con la presencia de sus cuidadores si tiene problemas, pero que debe aprender a dormirse por sí mismo. Sin embargo, es importante recordar que cada bebé es único y que, en ocasiones, el llanto puede ser un indicio de malestar o dolor. En esos casos, confiar en el instinto maternal es fundamental.

Deja un comentario