En el momento del nacimiento, los bebés suelen presentar una curvatura en sus piernas, conocida como piernas arqueadas. Esta condición es completamente normal y se debe a la posición que ocupaban en el útero materno. Es común observar que al estar de pie, sus tobillos están juntos y los pies apuntan hacia adelante, lo que hace que las rodillas no se toquen.
¿Por qué los bebés tienen las piernas arqueadas al nacer?
En términos generales, esta curvatura no requiere de ningún tratamiento específico, ya que tiende a corregirse por sí sola a medida que el bebé crece y sus piernas van soportando su peso. Sin embargo, en casos excepcionales donde la curvatura es muy pronunciada, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregirlo, ya que actualmente no existen zapatos ortopédicos que puedan ayudar en este proceso.
El desarrollo de las piernas a lo largo de la infancia
A medida que el niño crece, sus piernas tienden a enderezarse progresivamente. Por lo general, la curvatura característica de las piernas arqueadas desaparece alrededor de los 3 años de edad, y para los 7 u 8 años es probable que las piernas del niño ya hayan adoptado el ángulo que conservarán en la edad adulta.
Es importante tener en cuenta que si al pararse el niño sus tobillos se tocan pero sus rodillas no, se encuentra en la etapa de piernas arqueadas. Por otro lado, si al ponerse de pie sus rodillas se tocan pero los tobillos no, se le conoce como patizambo. Esta condición es más evidente entre los 3 y 6 años de edad, pero al igual que las piernas arqueadas, suele corregirse de forma natural con el tiempo.
Conclusión
En resumen, las piernas arqueadas en los bebés son una condición común y transitoria que tiende a corregirse a medida que el niño crece y se desarrolla. Aunque en casos excepcionales puede requerir intervención médica, en la mayoría de los casos basta con observar el desarrollo natural de las piernas y brindarle al niño el apoyo necesario para que sus extremidades se fortalezcan adecuadamente. Si tienes alguna preocupación con respecto a la curvatura de las piernas de tu bebé, no dudes en consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y recomendaciones específicas para su caso. ¡La salud y el bienestar de tu pequeño son lo más importante!