Al observar por primera vez a un bebé recién nacido, es común notar que su tono de piel puede variar, lo cual es completamente normal debido a la necesidad de adaptarse. A continuación, te explicaremos las posibles causas de estos cambios en la piel del recién nacido.
Los primeros días de vida
Al momento de nacer, es probable que el bebé presente un tono de piel entre rojo y morado, cubierto por una capa blanquecina conocida como vérnix. Esta capa se reabsorbe naturalmente en los primeros días de vida, dando paso a un tono rosado en la piel del bebé. Si después de este período, las manos y los pies del bebé aún conservan un color amoratado, puede ser indicativo de una circulación sanguínea no completamente establecida. En casos extremos, es importante consultar con un médico para descartar posibles complicaciones.

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Otros cambios en la piel del bebé
Además de los cambios mencionados, es posible que durante los primeros días en casa, el bebé presente otras variaciones en su tono de piel:
Piel amarilla: La ictericia puede causar un tono amarillento en la piel del bebé entre el segundo y séptimo día de vida. Exponer al bebé a la luz solar durante 10 minutos al día puede ayudar a resolver este problema, pero si persiste, es recomendable consultar con el pediatra.
Uñas y labios morados: Este tono puede aparecer ante una bajada de temperatura, por lo que es importante evitar exponer al bebé al frío y las corrientes de aire directas.
Enrojecimiento: La piel del bebé puede tornarse roja al llorar o realizar esfuerzos, así como al permanecer mucho tiempo en la misma posición. Cambiar la postura del bebé con regularidad puede prevenir este enrojecimiento.
Palidez grisácea extrema: Si la piel del bebé presenta un tono grisáceo muy pálido, podría ser un síntoma de infección y se debe acudir de inmediato a urgencias para una evaluación médica.
Además del tono de piel, la delgadez de la piel y la transparencia de las venas son características sorprendentes en los bebés recién nacidos. A medida que el bebé crece y gana peso, la piel se va engrosando y las venas dejan de ser tan visibles.