En la actualidad, es fundamental que las mujeres tomemos el control de la educación de nuestros hijos e hijas. A pesar de que cada vez más hombres se involucran en esta tarea, las estadísticas muestran que muchas mujeres en México se dedican principalmente al cuidado del hogar, mientras que los hombres son vistos como proveedores. Según la Encuesta Nacional de los Hogares del INEGI, en 2017, el 28.5% de los hogares tienen una mujer como jefa de familia, mientras que el 71.5% tienen un hombre en ese rol. Incluso cuando las mujeres trabajan, terminan dedicando una gran parte de su tiempo no solo al trabajo remunerado, sino también a las responsabilidades del hogar y al cuidado de los hijos.
La importancia de educar a nuestros hijos en valores de respeto y amor
Un estudio realizado por el Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales de Voices! Research and Consultancy y la Fundación UADE reveló que las mujeres que trabajan realizan la mayoría de las tareas domésticas, mientras que los hombres que trabajan y los que no trabajan, contribuyen significativamente menos en estas labores. Ante este panorama, es fundamental reconocer que las mujeres tenemos un papel crucial en la crianza de nuestros hijos e hijas, moldeando su futuro y la persona en la que se convertirán.
En un contexto social en el que las mujeres enfrentan diversas formas de violencia, desde feminicidios hasta acoso sexual, es fundamental que como madres comencemos a educar a nuestros hijos e hijas en valores de respeto, tolerancia y amor hacia los demás, incluyendo a la mujer y a ellos mismos. Tenemos la responsabilidad de cambiar la realidad en la que vivimos, y aunque el gobierno debe garantizar nuestra seguridad, también podemos contribuir desde nuestro hogar formando a hombres con una nueva perspectiva de género, basada en el respeto y la igualdad.
Enseñanzas clave para nuestros hijos e hijas
Es fundamental transmitir a nuestros hijos e hijas una serie de valores y principios que fomenten el respeto, la igualdad y la autonomía. Algunas de las lecciones más importantes que podemos enseñarles incluyen:
– La importancia de reconocer que las mujeres pueden lograr los mismos objetivos que los hombres, independientemente de las diferencias biológicas.
– Valorar la inteligencia y habilidades de las mujeres, sin que eso disminuya su valía como hombre.
– Entender que el valor de una persona no está determinado por su rol dentro de la familia o la sociedad.
– Promover la idea de que tanto hombres como mujeres comparten responsabilidades en todos los ámbitos de la vida.
– Respetar la autonomía y decisiones de las mujeres en todas las áreas de su vida, incluyendo las relaciones personales y laborales.
– Reconocer a las mujeres como individuos con sus propios intereses, sueños y proyectos, independientes de su rol de pareja o esposa.
– Fomentar la idea de que las mujeres no están para servir a los hombres, ya que ambos son capaces de responsabilizarse de sí mismos.
En definitiva, como madres, tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos e hijas en valores de respeto, igualdad y amor. A través de nuestras acciones y enseñanzas, podemos contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, en la que hombres y mujeres puedan convivir en armonía y respeto mutuo.
Por Felipe Salinas.