Los recién nacidos que vienen al mundo durante la época estival presentan una serie de beneficios en comparación con otros bebés, de acuerdo con investigaciones científicas. Descubre cuáles son estas ventajas y por qué es una buena idea considerar el verano como una opción para la llegada de tu bebé.
Menor riesgo de enfermedades
Al nacer en verano, disminuye la probabilidad de padecer alergias y enfermedades respiratorias graves, ya que la exposición al sol fortalece el sistema inmunológico de los bebés. Además, se reduce el riesgo de ictericia y se favorece una mejor recuperación en caso de padecer esta condición.
Mayor estatura y fortaleza
La exposición al sol durante el verano aumenta los niveles de vitamina D durante el embarazo, lo que se traduce en una mayor densidad ósea en los bebés. Según expertos de la Universidad de Bristol en Inglaterra, esto se traduce en una mayor estatura y fortaleza física en los niños.
Actitud positiva
Investigaciones realizadas por Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra, sugieren que los bebés nacidos en verano tienden a tener una actitud más positiva hacia la vida. Esto se debe a la mayor interacción con sus padres durante los meses cálidos y de vacaciones.
Mayor espíritu emprendedor
Los bebés nacidos en verano suelen tener más éxito profesional en la vida adulta, ya que muestran una actitud más aventurera en comparación con aquellos nacidos en invierno. Según científicos de la Universidad de Umea en Suecia, este fenómeno podría atribuirse a la estimulación sensorial y el interés por explorar el mundo desde temprana edad, potenciado por las salidas al aire libre durante los meses cálidos.
En resumen, si estás considerando la posibilidad de que tu bebé nazca en verano o ya has tomado esa decisión, estos beneficios podrían ser motivos de peso para planificar su llegada en esta estación del año. ¡Aprovecha las ventajas que el verano puede ofrecer a tu pequeño!