En muchos bebés, los primeros dientes suelen aparecer entre los seis y ocho meses de edad. Sin embargo, en casos excepcionales, algunos bebés nacen con dientes o los desarrollan en los primeros días de vida. Este fenómeno, conocido como dientes natales, ocurre cuando la raíz del diente se desarrolla de manera anormal y se acerca a la superficie de la encía más rápidamente de lo esperado. Diversos factores pueden influir en este desarrollo, como la genética, infecciones, traumas, desnutrición, posición elevada de la raíz en la encía, estimulación hormonal o exposición materna a toxinas ambientales.
## Causas de los dientes natales
La aparición de dientes natales es más común en niñas y generalmente afecta a los incisivos centrales inferiores. Aunque esta condición no suele representar una preocupación grave, en casos en que los dientes sean demasiado móviles y representen un peligro de ser tragados por el bebé, es posible que deban ser extraídos poco después del nacimiento, mientras el bebé aún se encuentre en el hospital. Por otro lado, si surge la preocupación de que el bebé pueda morder durante la lactancia, es importante saber que mientras succiona la leche, el bebé utiliza la lengua y no las encías donde se encuentran los dientes.
## Precauciones a tomar
Para garantizar la salud bucal del bebé con dientes natales, se recomienda limpiarlos suavemente con un paño limpio y húmedo, así como examinar la lengua y las encías con regularidad para detectar posibles lesiones. En caso de que los dientes natales provoquen úlceras en la boca o en la lengua, o cualquier otro síntoma preocupante, es fundamental consultar al médico para recibir el tratamiento adecuado.
Es importante tener en cuenta que, si bien los dientes natales no están asociados a ninguna enfermedad, pueden estar relacionados con ciertos síndromes, como el Síndrome de Ellis-van Creveld, el Síndrome de Hallermann-Streiff, el Síndrome de Pierre Robin o el Síndrome de Soto. Ante cualquier síntoma inusual que pueda manifestar el bebé, es fundamental mantenerse alerta y buscar asesoramiento médico para aclarar cualquier duda o preocupación.
Recuerda que la salud bucal de tu bebé es una prioridad, por lo que es fundamental estar atento a cualquier señal que indique un problema y actuar con prontitud para garantizar su bienestar.