En épocas de calor, es importante cuidar a los más pequeños de la casa para evitar problemas como quemaduras solares, golpes de calor o deshidratación. A continuación, te daremos algunos consejos para mantener a tu bebé fresco y protegido durante el verano.
No lo abrigues de más
Es fundamental recordar que los bebés sienten el calor de la misma manera que los adultos, por lo que no es necesario abrigarlos en exceso. El exceso de calor puede provocar sudamina o incluso un golpe de calor, así que es importante mantener al bebé fresco y cómodo.
En verano, es común que los bebés tengan las manos y los pies fríos, pero esto no significa que estén fríos en general. Observa si sudan en el cuello o la cabeza, ya que esto puede ser un signo de que tienen calor. Si la ropa del bebé se moja, es importante cambiarla de inmediato y asegurarse de que siempre tenga una muda de repuesto.
Temperatura en casa y aire acondicionado
Para mantener a tu bebé cómodo, es recomendable mantener una temperatura ambiente de entre 20 y 22 grados Celsius. En lugares calurosos, puedes utilizar el aire acondicionado, pero es importante no colocar al bebé directamente debajo de la corriente de aire. También es importante ventilar la casa y, si es necesario, utilizar un humidificador para evitar la sequedad del aire.
Por la sombrita
Es importante que el bebé reciba algo de sol para obtener vitamina D, pero es fundamental hacerlo en los momentos adecuados. Lo mejor es salir al aire libre por la mañana temprano o al atardecer, cuando el calor y la intensidad del sol son menos intensos. Asegúrate de proteger al bebé con una sombrilla y una gorra para evitar quemaduras solares.
Cuidado con el sol
Evita exponer al bebé al sol directo, ya que su piel es muy sensible y puede quemarse fácilmente. No se recomienda el uso de protector solar en bebés menores de seis meses, pero a partir de esa edad es importante proteger su piel con una crema solar infantil de alta protección.
Dale agua
Durante el verano, es importante ofrecer agua al bebé entre las tomas para mantenerlo hidratado. Si el bebé rechaza el agua, no es necesario insistir, ya que esto puede indicar que no la necesita en ese momento. Los bebés alimentados con leche materna suelen necesitar menos agua que los alimentados con biberón, pero es importante estar atentos a sus necesidades en ambientes calurosos.
Combate el calor en el auto
Durante los viajes en coche, es importante ventilar el vehículo abriendo las ventanillas de vez en cuando y realizando paradas en áreas con sombra. El aire acondicionado puede resecar las mucosas del bebé, por lo que es recomendable desconectarlo de vez en cuando y ofrecerle agua. Nunca dejes al bebé dentro del coche, incluso por poco tiempo y a la sombra, ya que esto puede causar problemas de golpe de calor o deshidratación.
Con estos consejos, podrás mantener a tu bebé fresco y protegido durante el verano, evitando problemas de salud relacionados con el calor. Recuerda siempre estar atento a las necesidades de tu bebé y tomar las precauciones necesarias para garantizar su bienestar en todo momento.