En la actualidad, se ha popularizado la idea de reducir la cantidad de productos que se utilizan en la piel para mejorar su salud. Sin embargo, dejar de utilizar cualquier producto puede ser perjudicial, especialmente en personas con piel hiperseborreica. La tendencia de la «rutina del cavernícola» surgió en las redes sociales, impulsada por un video viral en TikTok e Instagram en el que una usuaria mostraba su piel cubierta de células muertas, grasa y suciedad después de dejar de lavarse la cara. Esta práctica ha generado diversas opiniones entre los expertos, quienes advierten sobre los riesgos que puede conllevar para la piel.
Los riesgos de no cuidar la piel adecuadamente
En palabras de Mirian Rico, esteticista y fundadora de los centros Mima Estética Avanzada, la falta de higiene facial combinada con factores como la contaminación ambiental, los malos hábitos y una alimentación poco saludable puede desencadenar problemas dermatológicos, como la dermatitis. No limpiar el rostro correctamente puede provocar hiperqueratosis, una condición que dificulta la salida del sudor y el sebo, lo que a su vez puede dar lugar a pústulas internas e infecciones. Por lo tanto, es fundamental mantener una rutina de cuidado facial adecuada para preservar la salud y la belleza de la piel.
Eva Collar, otra experta en estética y fundadora de los centros Marquessa, señala que si bien reducir la cantidad de productos cosméticos puede ser beneficioso, sobre todo después de seguir rutinas agresivas, no utilizar ningún cosmético puede ser contraproducente. Las células muertas presentes en la piel contienen queratina, una proteína que forma la capa externa de la piel y actúa como barrera protectora. Sin embargo, si estas células no se eliminan y se acumulan en exceso, pueden obstruir los poros, disminuir la transpiración y acelerar el envejecimiento de la piel.
La importancia de la limpieza facial
Dentro de la rutina de cuidado facial, la elección del limpiador es fundamental. Esther Moreno, facialista y fundadora de EM Studio, recomienda seleccionar un limpiador adecuado en función de las necesidades específicas de cada tipo de piel. Para las pieles sensibles, se sugieren productos con ingredientes calmantes como la camomila, el aloe vera o la niacinamida. En el caso de las pieles grasas, es preferible optar por productos que contengan ácido salicílico, mientras que para las pieles maduras se recomienda el uso de alfahidroxiácidos suaves o enzimas exfoliantes para mejorar la textura y luminosidad de la piel.
En resumen, mantener una rutina de cuidado facial adecuada es esencial para preservar la salud y la belleza de la piel. Aunque reducir la cantidad de productos cosméticos puede ser beneficioso en ciertos casos, es importante no descuidar la limpieza e hidratación de la piel para evitar problemas dermatológicos. Recuerda que cada tipo de piel tiene necesidades específicas, por lo que es fundamental elegir los productos adecuados y seguir una rutina de cuidado facial personalizada para obtener los mejores resultados. ¡Cuida tu piel y luce radiante en todo momento!