CARAS TV Marisol Otero reveló por qué su padre no quería que fuera actriz

Marisol Otero, reconocida actriz y cantante, fue la última invitada al programa +Caras, conducido por Héctor Maugeri en Caras TV. En una entrevista íntima, Marisol compartió su experiencia al regresar a los escenarios con el musical «Mamma Mia!» y reveló cómo el arte fue su salvación en medio de una infancia marcada por la rigidez y el dolor.

Los primeros años de Marisol Otero y su lucha por cumplir su sueño

Marisol Otero creció en una familia numerosa y humilde, con nueve hermanos, bajo la estricta mirada de un padre católico ortodoxo que desaprobaba el mundo artístico. Se le recuerda que su padre le decía: «Las cantantes son todas prostitutas y drogadictas, por eso tienes que ser una monja». Estas palabras dejaron una profunda huella en Marisol, quien tuvo que enfrentar la oposición de su padre para seguir su pasión por el arte.

La artista explicó que su padre, al ser testigo de la vida de cantantes y artistas en el hotel donde trabajaba, tenía una visión distorsionada del mundo artístico y lo asociaba con la decadencia. A pesar de esto, Marisol siempre demostró ser solidaria, lo que llevó a su padre a imaginarla como monja debido a su compromiso con la iglesia. Esta expectativa impuesta por su padre la acompañó durante mucho tiempo, hasta que Marisol descubrió su verdadera pasión por la música y el arte.

Marisol encontró sus primeros escenarios en la iglesia y la escuela, donde cantaba y participaba en obras musicales junto a su hermana. Esta libertad creativa le permitió escapar de la rigidez de su hogar y descubrir su verdadera vocación. A pesar de los obstáculos, Marisol siguió adelante con determinación y perseverancia para cumplir su sueño de ser una artista reconocida.

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La tragedia que marcó la infancia de Marisol Otero

Además de la presión paterna, Marisol tuvo que enfrentar una tragedia familiar que dejó una profunda marca en su infancia. A los 13 años, uno de sus hermanos falleció en un trágico accidente en la piscina de la casa de sus abuelos. Este suceso provocó sentimientos de culpa en Marisol, quien, como una de las hermanas mayores, se sintió responsable de cuidar a sus hermanos más pequeños. Esta experiencia dolorosa fortaleció su vínculo con el arte, convirtiéndose en su refugio y salvación en los momentos más difíciles.

Hoy en día, Marisol Otero es una de las figuras más destacadas del teatro musical argentino. A pesar de su éxito y reconocimiento, Marisol prefiere no autodefinirse como una «estrella», sino como una luchadora que ha superado numerosos desafíos en su camino. En el escenario, Marisol se entrega por completo, demostrando su pasión y dedicación a su arte.

En resumen, la historia de Marisol Otero es un testimonio de perseverancia, determinación y amor por el arte. A través de sus experiencias personales y profesionales, Marisol ha demostrado que el arte tiene el poder de sanar heridas, trascender barreras y transformar vidas. Su historia inspira a todos aquellos que sueñan con seguir sus pasos y encontrar la fuerza para superar cualquier obstáculo en el camino hacia sus sueños.

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