El rey Carlos III ha sido el centro de atención recientemente debido a su estilo de vida lujoso y sus gastos excesivos que han generado controversia en el Reino Unido. Según el Sunday Times, se estima que el monarca británico tiene una fortuna de 760 millones de euros, el doble de lo que heredó tras la muerte de la reina Isabel II.
Sin embargo, más allá de las cifras, lo que ha causado indignación son los detalles sobre sus lujos personales, que contrastan con su promesa de «adelgazar la monarquía» en un momento económico difícil para muchas familias británicas.
### Un Estilo de Vida Opulento
Según la reconocida periodista Tina Brown, experta en la monarquía británica, Carlos III busca emular a su abuela, Isabel Bowes-Lyon, más conocida como la reina madre, famosa por su vida llena de lujos. Brown afirmó que el rey mantiene cinco casas con personal completo y busca superar en esplendor a su abuela.
Por ejemplo, se reveló que antes de visitar a un amigo, el rey envió un camión con muebles, su cama ortopédica, sábanas propias y hasta su asiento de inodoro, para reemplazar temporalmente los de la casa de su anfitrión.
### Los Caprichos Millonarios del Rey Carlos III
Además de esto, se ha informado que el rey emplea a unas 90 personas en sus residencias, sus trajes a medida pueden costar más de 6.500 euros cada uno, y posee unos 60 de ellos. También tiene más de 200 camisas hechas a mano, valoradas en 1.500 euros cada una, con cuellos reforzados con oro macizo. A esto se suma una colección de más de 500 corbatas y 50 pares de zapatos de más de 3.000 euros cada uno, todos lustrados a diario por un asistente. Incluso su ropa interior de seda es lavada a mano por una asistente especialmente designada.
### Una Fortuna Mayor de lo que se Admite
A pesar de que la lista oficial estima la fortuna del monarca en 760 millones de euros, una investigación del diario The Guardian realizada en 2023 sugiere que la cifra real podría superar los 2.300 millones de euros. Esta cifra incluye inversiones, propiedades, autos de lujo, joyas, colecciones de arte y caballos de carrera.
La contradicción entre el discurso y el estilo de vida del rey se hace cada vez más evidente. A pesar de recibir una subvención estatal para sus funciones oficiales, sus gastos suelen superar esos ingresos. En el último año, el Estado británico tuvo que aportar 23 millones de euros adicionales para cubrir sus cuentas.
Aunque el rey Carlos III prometió modernizar la monarquía para hacerla más eficiente y cercana, sus excesos millonarios demuestran lo contrario. El contraste entre su discurso de austeridad y sus caprichos lujosos está generando voces críticas en el Reino Unido, donde muchos ciudadanos enfrentan un creciente costo de vida.