La manzanilla es una planta con múltiples propiedades beneficiosas, que van desde aliviar malestares como cólicos, gases y ansiedad, hasta ser utilizada en mascarillas para el cuidado de la piel y el cabello. Además, la manzanilla también puede ser una alternativa natural para mejorar la salud de los gatos.
Los beneficios de la manzanilla para los gatos
Expertos en salud felina aseguran que existen remedios naturales a base de manzanilla que pueden contribuir al bienestar de nuestros gatos. Al agregar la manzanilla a la rutina de cuidado de los felinos, se pueden obtener mejoras significativas en su salud.
La manzanilla actúa como calmante, reduciendo el estrés y la ansiedad en situaciones tensas como traslados o visitas al veterinario. También tiene propiedades tónicas para la piel, aliviando picaduras, irritaciones y pequeñas heridas, e incluso puede ayudar a reducir síntomas de alergia. Como suplemento para mejorar el sistema digestivo, la manzanilla disminuye molestias leves como gases, náuseas o malestares estomacales. Además, su efecto antiinflamatorio puede mitigar el dolor y mejorar la movilidad en gatitos con problemas de artritis. Incluso se puede utilizar como enjuague ocular para limpiar los ojos irritados o con secreciones.
Cómo utilizar la manzanilla en gatos
Para aprovechar los beneficios de la manzanilla en gatos, se puede preparar una infusión colocando dos cucharadas de té en una taza con agua caliente. Después de dejar reposar la infusión de 5 a 10 minutos, se puede mezclar una parte con el agua del gato para utilizarla como calmante. Para realizar un enjuague ocular, se recomienda cubrir una gasa estéril con un poco de la infusión y aplicar con delicadeza en la zona externa del ojo. En caso de reducir gases y náuseas, basta con ofrecer un poco de té. Para el uso tópico, se puede aplicar la infusión de manzanilla en la piel o utilizar aceites, pomadas o cremas.
Según Meowijuana, la variedad de manzanilla segura para gatos es la alemana (matricaria chamomilla). Es importante tener en cuenta que antes de administrar manzanilla a los gatos, es necesario consultar con un veterinario, ya que algunos gatos pueden ser sensibles a esta planta. Además, es crucial controlar las dosis, ya que un exceso de manzanilla puede resultar perjudicial y tóxico para los felinos.