El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha tomado la decisión de reactivar su contrato con el Centro de Detención del Condado de Glades en Florida, lo cual ha causado preocupación entre los migrantes. Esta medida se produce luego de tres años de suspensión de operaciones en el lugar debido a preocupaciones persistentes relacionadas con abusos y negligencia. La falta de evidencia concreta de mejoras estructurales y la negativa de ICE a permitir el acceso independiente al centro para verificar sus condiciones actuales ha desconcertado a muchos.
### La historia detrás del Centro de Detención de Glades
Durante los años 2021 y 2023, el Centro de Glades fue el foco de múltiples denuncias por parte de organizaciones civiles, abogados de inmigración y exdetenidos. Estas denuncias documentaron un patrón de violencia, condiciones insalubres y falta de atención médica dentro del centro.
Uno de los testimonios más impactantes fue el de Abraham Sano, un liberiano deportado en 2021, quien relató haber sido rociado con gas pimienta por los guardias y confinado en aislamiento durante varios días. Por otro lado, Michael Wallace, originario de Jamaica, pasó siete meses detenido en Glades sin recibir su medicación para la epilepsia, poniendo en grave riesgo su vida. Estos casos, junto con incidentes como el de Rollin Manning, hospitalizado tras una fuga de monóxido de carbono, revelan la precariedad de la atención dentro del centro.
### Falta de transparencia y desconfianza
A pesar de este historial, ICE y el Sheriff del Condado de Glades insisten en que el centro «opera bajo los más altos estándares», sin embargo, no han proporcionado documentación que respalde esta afirmación. Tampoco han permitido auditorías independientes para garantizar la seguridad y el trato digno de los detenidos. Esta falta de transparencia alimenta la desconfianza en una decisión ya de por sí polémica.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha defendido la reapertura del centro argumentando que las alegaciones anteriores fueron consideradas infundadas y que se han realizado mejoras en los servicios básicos. Sin embargo, la falta de verificación independiente pone en duda estas afirmaciones y las convierte en estrategias de relaciones públicas más que en transformaciones reales.
### Reacciones y llamados al cierre
La reactivación del contrato con Glades ha generado una fuerte reacción por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, como la Shut Down Glades Coalition, que ha renovado sus llamados al cierre definitivo del centro. Se destaca la necesidad de acciones verificables y un compromiso con la rendición de cuentas en lugar de promesas vacías.
Este episodio ha reavivado el debate sobre el uso de cárceles privadas y centros locales para la detención migratoria. La preocupación principal es cómo garantizar el bienestar de las personas bajo custodia cuando las instituciones operan sin un control externo adecuado. Glades simboliza un sistema más interesado en contener que en proteger, y más enfocado en aparentar reformas que en implementarlas.
### Conclusión
En resumen, la decisión de ICE de reactivar el contrato con el Centro de Detención del Condado de Glades en Florida ha despertado críticas y preocupaciones debido al historial de abusos y negligencia documentado en el lugar. La falta de transparencia y la negativa a permitir auditorías independientes contribuyen a la desconfianza en las afirmaciones de mejoras estructurales. Es fundamental que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad y el trato digno de las personas detenidas en centros de detención, y que se priorice la rendición de cuentas en lugar de la retórica vacía.