Desde que ingresó al hospital para una cesárea el 1 de mayo, Josefina, una madre de 31 años de Guatemala, ha vivido con temor en Estados Unidos. Su esposo fue detenido por agentes migratorios y deportado el 15 de junio, dejándola sola con sus dos hijas. Josefina se ha encerrado en su casa desde entonces, temiendo ser reportada a ICE y separada de sus hijas. Su vida se ha vuelto una rutina silenciosa, llena de incertidumbre y miedo.
El Miedo Constante de Josefina
Josefina vive con el constante temor de ser detenida por ICE. Ha escuchado historias de redadas en su vecindario y ha visto cómo agentes se llevan a personas como ella. Desde que su esposo fue deportado, se ha vuelto más cautelosa y rehúsa salir de su casa. Su hija mayor añora las salidas al parque y los helados, pero está atrapada en un encierro impuesto por el miedo.
La Vida Cotidiana de Josefina
Antes de todo esto, Josefina vendía helados y trabajaba en cosechas de tomate. Ahora depende del apoyo de vecinas y organizaciones locales para sobrevivir. Sin papeles, se siente vulnerable y expuesta. A pesar de todo, mantiene la esperanza de que las cosas mejoren y sueña con poder trabajar de nuevo para sacar adelante a sus hijas.
La Lucha de Josefina
La historia de Josefina refleja la lucha diaria de muchas familias indocumentadas en Estados Unidos. Su deseo es que el presidente Trump adopte una postura más compasiva hacia personas como ella, que solo buscan criar a sus hijos sin miedo. A pesar de las adversidades, Josefina sigue adelante con la convicción de proteger a sus hijas y ofrecerles un futuro mejor.
En resumen, la historia de Josefina es un recordatorio del miedo constante y la incertidumbre que enfrentan muchas familias indocumentadas en Estados Unidos. Es un llamado a la compasión y la solidaridad hacia aquellos que buscan una vida mejor para ellos y sus seres queridos.